martes, 23 de octubre de 2012


2-.COLONIZACIÓN

A principio del siglo XX, con el objetivo de intentar evitar la


inmigración, cuando España contaba con unos 20 millones de habitantes, el


entonces Ministro de Fomento don Augusto González Besada, presentó a las


Cortes de Su Majestad el Rey Alfonso XIII un proyecto de ley sobre


colonización y repoblación de interior.


Sucedió esto concretamente en mayo de 1907 y fue el 30 de agosto de


ese mismo año cuando la ley fue promulgada por el rey. Esta ley, conocida


como ``ley besada´´, se publicó en la Gaceta el día 8 de Septiembre del año en curso.


Tenía por objeto repartir entre las familias pobres, pero aptas al trabajo, tierras


y viviendas con las que asegurarse un futuro, intentando así disminuir la


inmigración.


Podrían ser colonizados tanto terrenos públicos como privados, de los


municipios y del Estado. Se creó la Junta Central de Colonización y


Repoblación de Interior, organismo este que sería el encargado de estudiar y


elaborar los diferentes proyectos de colonización repartidos por toda la


geografía nacional.


Esta ley dio lugar a 17 colonias, siendo una de ellas la de la Sierra de


Salinas en nuestro término municipal. El proyecto fue finalizado en noviembre


de 1909, pero no fue hasta el día 10 de enero de 1910 cuando se aprobó la


instalación de una colonia en el monte Sierra de Salinas. Tras un laborioso


estudio, dio como resultado la instalación de la colonia, repartiendo el terreno


entre 49 familias. Tenía preferencia para poder optar a un lote, los casados con


hijos aptos al trabajo y los que pertenecían a la ciudad de Villena.


Y fue el día 21 de abril de 1914 cuando se constituyó la Asociación


Cooperativa y se procedió al sorteo de los lotes en el patio del Ayuntamiento de


Villena. Algunos de los aceptados no se presentaron o renunciaron a su lote, lo


que permitió que los otros pudieron permutar su lote por alguno de los que


habían quedado vacantes. Desde ese momento, se empezó a ocupar la


colonia.


Hubo que roturar terrenos para hacerlos productivos, realizar las


plantaciones de viña y de olivo tal y como había quedado reflejado en el


proyecto. Además, los primeros años se cultivaba cereal con el fin de recoger,


de manera rápida, las cosechas.


Decía la ley que durante los cinco primeros años los colonos serían


meros poseedores de los lotes y tras compartir en este periodo con las


exigencias que la ley marcaba, se obtendría la propiedad de los mismos. Pero


este hecho no sucedió y hubo incumplimiento por parte de las administraciones


(y quedó postergado hasta nuestros días).


Aún así la vida en la colonia siguió su curso. Los agricultores siguieron


cultivando sus tierras, llegando a la ocupación máxima de la colonia, entre los


años 20 y 30, con un total de entre 200 y 300 personas.


Con la llegada de la Guerra Civil, también llegó el declive de la Colonia,


ya que muchos de los hombres que allí vivían tuvieron que abandonar su hogar


para ir a la guerra. Las condiciones de vida fueron realmente duras.


Hasta que llegó el año 1952, en el que nuevamente la administración


pertinente elaboró un proyecto de liquidación de la colonia diciendo que ésta


debería estar entregada antes del 1 de enero de 1953 a los colonos.


Nuevamente, sin saber por qué, esto no llegó a cumplirse. Fue a partir de esos


años cuando la Colonia empezó a utilizarse como lugar de segunda residencia


o lugar de ocio, más que como había sido previsto por la ley.


Tras un largo periodo de tiempo en el que la Colonia quedó en el olvido


de las administraciones, la Junta de Colonos decide iniciar los trámites para


obtener de manera definitiva la propiedad de las tierras, que durante varias


generaciones, han sido cultivadas por las familias. Otro largo proceso


administrativo que vino a durar varios años, dio lugar al fin a la entrega de las


escrituras de la propiedad de las parcelas. Esto sucede el día 15 de mayo de


2010.

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