2-.COLONIZACIÓN
A principio del siglo XX,
con el objetivo de intentar evitar la
inmigración, cuando España
contaba con unos 20 millones de habitantes, el
entonces Ministro de
Fomento don Augusto González Besada, presentó a las
Cortes de Su Majestad el
Rey Alfonso XIII un proyecto de ley sobre
colonización y repoblación
de interior.
Sucedió esto concretamente
en mayo de 1907 y fue el 30 de agosto de
ese mismo año cuando la
ley fue promulgada por el rey. Esta ley, conocida
como ``ley besada´´, se
publicó en la Gaceta el día 8 de Septiembre del año en curso.
Tenía por objeto repartir
entre las familias pobres, pero aptas al trabajo, tierras
y viviendas con las que
asegurarse un futuro, intentando así disminuir la
inmigración.
Podrían ser colonizados
tanto terrenos públicos como privados, de los
municipios y del Estado.
Se creó la Junta Central de Colonización y
Repoblación de Interior,
organismo este que sería el encargado de estudiar y
elaborar los diferentes
proyectos de colonización repartidos por toda la
geografía nacional.
Esta ley dio lugar a 17
colonias, siendo una de ellas la de la Sierra de
Salinas en nuestro término
municipal. El proyecto fue finalizado en noviembre
de 1909, pero no fue hasta
el día 10 de enero de 1910 cuando se aprobó la
instalación de una colonia
en el monte Sierra de Salinas. Tras un laborioso
estudio, dio como
resultado la instalación de la colonia, repartiendo el terreno
entre 49 familias. Tenía
preferencia para poder optar a un lote, los casados con
hijos aptos al trabajo y
los que pertenecían a la ciudad de Villena.
Y fue el día 21 de abril
de 1914 cuando se constituyó la Asociación
Cooperativa y se procedió
al sorteo de los lotes en el patio del Ayuntamiento de
Villena. Algunos de los
aceptados no se presentaron o renunciaron a su lote, lo
que permitió que los otros
pudieron permutar su lote por alguno de los que
habían quedado vacantes.
Desde ese momento, se empezó a ocupar la
colonia.
Hubo que roturar terrenos
para hacerlos productivos, realizar las
plantaciones de viña y de
olivo tal y como había quedado reflejado en el
proyecto. Además, los
primeros años se cultivaba cereal con el fin de recoger,
de manera rápida, las
cosechas.
Decía la ley que durante
los cinco primeros años los colonos serían
meros poseedores de los
lotes y tras compartir en este periodo con las
exigencias que la ley
marcaba, se obtendría la propiedad de los mismos. Pero
este hecho no sucedió y
hubo incumplimiento por parte de las administraciones
(y quedó postergado hasta
nuestros días).
Aún así la vida en la
colonia siguió su curso. Los agricultores siguieron
cultivando sus tierras,
llegando a la ocupación máxima de la colonia, entre los
años 20 y 30, con un total
de entre 200 y 300 personas.
Con la llegada de la
Guerra Civil, también llegó el declive de la Colonia,
ya que muchos de los
hombres que allí vivían tuvieron que abandonar su hogar
para ir a la guerra. Las
condiciones de vida fueron realmente duras.
Hasta que llegó el año
1952, en el que nuevamente la administración
pertinente elaboró un
proyecto de liquidación de la colonia diciendo que ésta
debería estar entregada
antes del 1 de enero de 1953 a los colonos.
Nuevamente, sin saber por
qué, esto no llegó a cumplirse. Fue a partir de esos
años cuando la Colonia empezó
a utilizarse como lugar de segunda residencia
o lugar de ocio, más que
como había sido previsto por la ley.
Tras un largo periodo de
tiempo en el que la Colonia quedó en el olvido
de las administraciones,
la Junta de Colonos decide iniciar los trámites para
obtener de manera
definitiva la propiedad de las tierras, que durante varias
generaciones, han sido
cultivadas por las familias. Otro largo proceso
administrativo que vino a
durar varios años, dio lugar al fin a la entrega de las
escrituras de la propiedad
de las parcelas. Esto sucede el día 15 de mayo de
2010.