miércoles, 24 de octubre de 2012





A 15 kilómetros de la población de Villena, se encuentra un bello paraje, llamado Sierra de Salinas. Esta Sierra tiene una extensión de 8000 Ha. Es una zona altamente valorada por su flora y fauna, aunque no se vea como el gran tesoro medio-ambiental que es, en estos días en los que cada vez quedan menos bosques.

Linda con cinco términos diferentes: Villena, Salinas, Yecla, Monóvar y Pinoso. En el término de Villena se encuentra una importante parte de ella.

Curiosamente, en la zona de la colonia de Villena se encuentra una gran cueva llamada ``Cueva del Lagrimal´´ en la que estuvo haciendo estudios el prestigioso arqueólogo villenense José Mª Soler.

martes, 23 de octubre de 2012


2-.COLONIZACIÓN

A principio del siglo XX, con el objetivo de intentar evitar la


inmigración, cuando España contaba con unos 20 millones de habitantes, el


entonces Ministro de Fomento don Augusto González Besada, presentó a las


Cortes de Su Majestad el Rey Alfonso XIII un proyecto de ley sobre


colonización y repoblación de interior.


Sucedió esto concretamente en mayo de 1907 y fue el 30 de agosto de


ese mismo año cuando la ley fue promulgada por el rey. Esta ley, conocida


como ``ley besada´´, se publicó en la Gaceta el día 8 de Septiembre del año en curso.


Tenía por objeto repartir entre las familias pobres, pero aptas al trabajo, tierras


y viviendas con las que asegurarse un futuro, intentando así disminuir la


inmigración.


Podrían ser colonizados tanto terrenos públicos como privados, de los


municipios y del Estado. Se creó la Junta Central de Colonización y


Repoblación de Interior, organismo este que sería el encargado de estudiar y


elaborar los diferentes proyectos de colonización repartidos por toda la


geografía nacional.


Esta ley dio lugar a 17 colonias, siendo una de ellas la de la Sierra de


Salinas en nuestro término municipal. El proyecto fue finalizado en noviembre


de 1909, pero no fue hasta el día 10 de enero de 1910 cuando se aprobó la


instalación de una colonia en el monte Sierra de Salinas. Tras un laborioso


estudio, dio como resultado la instalación de la colonia, repartiendo el terreno


entre 49 familias. Tenía preferencia para poder optar a un lote, los casados con


hijos aptos al trabajo y los que pertenecían a la ciudad de Villena.


Y fue el día 21 de abril de 1914 cuando se constituyó la Asociación


Cooperativa y se procedió al sorteo de los lotes en el patio del Ayuntamiento de


Villena. Algunos de los aceptados no se presentaron o renunciaron a su lote, lo


que permitió que los otros pudieron permutar su lote por alguno de los que


habían quedado vacantes. Desde ese momento, se empezó a ocupar la


colonia.


Hubo que roturar terrenos para hacerlos productivos, realizar las


plantaciones de viña y de olivo tal y como había quedado reflejado en el


proyecto. Además, los primeros años se cultivaba cereal con el fin de recoger,


de manera rápida, las cosechas.


Decía la ley que durante los cinco primeros años los colonos serían


meros poseedores de los lotes y tras compartir en este periodo con las


exigencias que la ley marcaba, se obtendría la propiedad de los mismos. Pero


este hecho no sucedió y hubo incumplimiento por parte de las administraciones


(y quedó postergado hasta nuestros días).


Aún así la vida en la colonia siguió su curso. Los agricultores siguieron


cultivando sus tierras, llegando a la ocupación máxima de la colonia, entre los


años 20 y 30, con un total de entre 200 y 300 personas.


Con la llegada de la Guerra Civil, también llegó el declive de la Colonia,


ya que muchos de los hombres que allí vivían tuvieron que abandonar su hogar


para ir a la guerra. Las condiciones de vida fueron realmente duras.


Hasta que llegó el año 1952, en el que nuevamente la administración


pertinente elaboró un proyecto de liquidación de la colonia diciendo que ésta


debería estar entregada antes del 1 de enero de 1953 a los colonos.


Nuevamente, sin saber por qué, esto no llegó a cumplirse. Fue a partir de esos


años cuando la Colonia empezó a utilizarse como lugar de segunda residencia


o lugar de ocio, más que como había sido previsto por la ley.


Tras un largo periodo de tiempo en el que la Colonia quedó en el olvido


de las administraciones, la Junta de Colonos decide iniciar los trámites para


obtener de manera definitiva la propiedad de las tierras, que durante varias


generaciones, han sido cultivadas por las familias. Otro largo proceso


administrativo que vino a durar varios años, dio lugar al fin a la entrega de las


escrituras de la propiedad de las parcelas. Esto sucede el día 15 de mayo de


2010.

lunes, 22 de octubre de 2012



III.-Entrega de escrituras

Después de una lucha de 90 años de duración, los colonos de la Sierra


de Salinas han respirado tranquilos porque, por fin, se les ha reconocido la


propiedad de sus parcelas. El día 15 de mayo de 2010, en un acto solemne, se


les entregaron las escrituras que les acreditan como propietarios de parcelas


situadas en una sierra emblemática. Hubo momentos de emoción, al recordar a


los fallecidos que no han llegado a vivir una situación esperada desde hace


mucho. Según el presidente D. Andrés López Estevan, que ha luchado por


solucionar este problema enquistado a lo largo del tiempo, hace 91 años (en


1919) se tenía que haber realizado la entrega oficial de las parcelas. En 1952


se elaboró un proyecto de liquidación de las colonias, y cuando se firmó se


decía que tenían que quedar liquidadas antes de enero de 1953. No se


entregaron y nadie sabe porqué. Así, hasta ahora. Hace 25 años los colonos de


la Sierra de Salinas volvieron a retomar con fuerza sus reivindicaciones y ya,


en 2007, hubo una sentencia resolutoria en la que el juez aclaraba que el


Ayuntamiento de Villena y la Consellería de Agricultura debían reconocer las


propiedades. El consistorio siempre estuvo de acuerdo, entendiendo que los


colonos tenían derecho a que se les reconocieran legalmente las parcelas que


se les concedieron en el año 1907. No obstante, siempre entendió que se


debían delimitar las propiedades públicas. La última sentencia judicial aceptó


esta petición y urgió el reconocimiento de los derechos de los colonos, quienes


al fin vieron hecho realidad lo que ya casi parecía un sueño.

miércoles, 10 de octubre de 2012

IV.-LA CUEVA DEL LAGRIMAL

La Sierra de Salinas está considerada el accidente geográfico más

importante del término de Villena y una de las principales áreas naturales del

alto Vinalopó.

En la zona occidental de este privilegiado enclave, a unos 1000 metros

de altitud, se abre La Cueva del Lagrimal que recibe su nombre debido al goteo

producido por las filtraciones de agua del interior de la sierra.

Orientada a poniente, posee un alto dominio visual del barranco que

surge a los pies de la cueva y del corredor que comunica Yecla y Pinoso. Esta

situación ofrece la posibilidad de controlar también los amplios recursos

naturales de la zona.

Probablemente, todas estas características proporcionaron la ocupación

de la cueva durante un largo periodo de tiempo en el que fue habitada por

grupos humanos pertenecientes a identidades muy distintas. Estos datos

precisos se conocen gracias a las excavaciones realizadas por el arqueólogo

José Mª Soler junto a la entrada de la cueva en 1956.

Los restos más antiguos hallados son fechados en el 5000 a.C. y

pertenecen a cazadores recolectores del Epipaleolítico o Mesolítico. Estos

pobladores fabricaban microlitos geométricos, un avanzado instrumental de

sílex, realizado con varias piezas de pequeño tamaño. Ello se supone un

extracto con cerámicas lisas y piedras pulidas del periodo del Neolítico fechado

por José Mª Soler en el 4300 a.C. Posteriormente, se localiza un enlosado

asociado a un punzón metálico perteneciendo al 2000 a.C.

Tras este periodo, la cueva se abandona hasta que vuelve a ser

ocupada en época medieval, en torno a los siglos IX y X de nuestra era.

El estudio de los restos óseos localizados en el yacimiento permite

identificar especies como el ciervo, la vaca, el caballo y la liebre, entre otros.

Además, se deduce que la caza constituía hasta el Eneolítico el 80% de la

fuente de alimentación, por tanto la agricultura y la domesticación fueron

tardías. Ello se desprende de la inexistencia de mordeduras de perros en los

huesos encontrados y, al contrario, es patente la rotura intencionada para

extraer el tuétano, práctica habitual en sociedades no agrícolas.

La economía se complementaría con la recolección de frutos y la

agricultura, esta última a partir del Neolítico. Actualmente, se encuentra una

porción del techo en el suelo de la cueva, ya que se desprendió años atrás.